Los nerviosa a flor de piel al sentir tus labios en los míos , tus abrazos eternos , tu cálida voz que se cuela en mis oídos filtrándose en cada fibra de ellos , descubrir la capacidad de querer de mi corazón , el que no tiene límites.
Odio sentirme confundida por aquella lejana voz de mi conciencia y los latidos de mi corazón , fuertes , aquellos que puedan llegar a derrumbar la mismísima Torre Eiffel , aquella que visitamos , tu con aquella que llamabas amor y yo con el que creí mi vida.
Eres vicio y precipicio , y estoy tan cerca del límite que ya no se en que voy a caer , si en quererte o odiarte.
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